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domingo, 6 de junio de 2010

El Tiempo Ganado





Marcel Proust escribió en su obra autobiográfica " En busca del Tiempo Perdido, " ( À la recherche du Temps Perdu ) y en ésta en el primer volumen "Por el camino de Swann" un párrafo muy conocido dedicado a explicar cómo, súbitamente un aroma, un color o el sabor de algo particular tiene la capacidad de evocarnos recuerdos y transportarnos a través del tiempo sólo mediante los sentidos hacia nuestro personal baúl de vivencias guardadas, donde están nuestras alegrías, nuestras penas, nuetras caras conocidas y otras olvidadas, nuestros juegos, nuestras canciones infantiles, nuestro café con leche de los desayunos antes irnos del colegio, nuestras primeras caídas en bici.....todo lo que nos enseñaron, todo lo que aprendimos a porrazos. Todo el equipaje que nos acompaña en este viaje y nos transforma en lo que ahora somos. Todo lo que tenemos y todo lo que nos llevaremos con nosotros el día que partamos. Lo demás es prestado. Creo que Marcel Proust era un físico cuántico camuflado detrás de un novelista.

El objeto detonante del viaje en esa especie de "gusano de tiempo" transportador hacia el pasado que hizo Proust fue una Madeleine, delicada palabra para describir una deliciosa galleta-bizcocho, que yo nunca tuve el placer de probar hasta ahora, día en que la curiosidad me venció, y que comprobar que el nombre que suena tan gracioso, tan liviano, tan sutil, lo tiene bien merecido esta delicia. No es un queque como decimos en mi país , no es una galleta, pero es el bizcocho más liviano y exquisito que he probado. No son madeleines esas que se amoldan y hornean en un molde tipo cupcake, no, son éstas.

Puedo decirles un secreto a voces, que no es secreto. Los bizcochos son emulsiones, las emulsiones son la dispersión homogénea de un componente minoritario en otro mayoritario, normalmente inmiscibles entre sí. Deben hacerse a temperatura ambiente,al menos, sus componentes jamás directamente sacados del frío. El calor favorece la emulsificación y el batido es muy importante para integrar los componentes de una mezcla y que aquellos ingredientes inmiscibles entre si se hagan miscibles y nuestra mezcla quede fina, liviana y homogenea, integrada. Que no se aparten sus componentes, mantener el calor, que no se aparten las personas, mantener la comunicación. Algo que los chilenos aprendimos bien luego del terremoto del 27 de Febrero, mantener el contacto, el cariño, la calidez, factores necesarios para una inmejorable convivencia.

Si logramos aprender esto, no perdimos el tiempo, lo ganamos. Al fin y al cabo, esta vida es sólo química.

He aquí la receta

MADELEINES ( Del Libro "Paris Boulangerie Pattisserie", de Linda Dannenberg

2 huevos
100 g azúcar
75 gramos mantequilla derretida, no demasiado caliente, más bien tibia)
100 g harina sin polvos hornear
Ralladura de 1 limón ( evitar la parte blanca)
1/4 cucharita extracto de vainilla

De preferencia emplear una procesadora de alimentos o una batidora electrica. Mezclar el azúcar y los huevos hasta que se integren muy bien. Añadir la mantequilla blanda, mezclar bien. A baja velocidad incorporar el harina, polvo de hornear, ralladura de limón y vainilla. Cubrir el bowl o dejar tapado en la procesadora 1 hora. En seguida pintar con mantequilla el molde epecial para Madeleines : http://www.fantes.com/images/47271madeleine.jpg y llenar a cucharadas cada espacio a 3/4 de capacidad. Llevar a horno 200 ºC por 15 minutos aprox. hasta que se doren levemente por los costados. Retirar del horno , enfriar y desmoldar.

Bon appetit!!

1 comentario:

Daniela dijo...

Excelente! Que genial que vuelvas a escribir en el blog, y con tanto corazón. Se ven ricas las
"Madeleines"...y aún más en la fuenta con las iniciales I.A jejeje. Un gran abrazo, y arriba la Quimiococina!